“Lo importante en la vida no es que alguien les dé pescado, sino aprender a pescar”, esa fue una de las mayores lecciones de vida que Jessica y Carin aprendieron de su padre y que las motivó a crear su emprendimiento y ser las mejores en lo que decidieran hacer en la vida.
Siguiendo esta premisa y el amor por los caballos que heredaron de su madre, decidieron crear Rönner Design, en el que al principio contaban con un portafolio amplio de marcas, 2 tiendas en Bogotá, facturación decente y cien mil ‘chicharrones’.
Luego de problemas con proveedores y a que las cosas no estaban funcionando de la mejor forma, a las hermanas se les cruzó por la mente desistir por la frustración que les generaba no saber cómo continuar. Sin embargo, gracias al apoyo de sus seres queridos y a varias señales que les indicaban que no desfallecieran, vieron en el fracaso una oportunidad para enfocarse y tomar fuerzas para seguir luchando por su empresa.
Tres lecciones que aprendieron de sus múltiples desafíos:
- La importancia de enfocarse y de participar en ferias internacionales.
- Muchas veces cuando se está emprendiendo no se tienen los recursos o el dinero deseado y esto no debe ser una limitación para hacer las cosas necesarios. Se debe tratar de hacer lo que se puede con los recursos que se tienen en el momento.
- Ver lo qué está haciendo la competencia siempre prensando cómo ser diferentes y ser como “mosca en leche”.
Gracias a este trabajo, hoy ya han participado en 5 ferias internacionales, están en más de 14 países a través de 40 tiendas que venden sus productos.Lo más importante es que seguirán soñando con hacer la mejor ’empanada del nicho ecuestre’.